Un conferencista hablaba sobre el manejo de la tensión.
Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio:
- ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?
Las respuestas variaron entre 20 y 500 gramos.
Entonces el conferencista comentó:
-No importa el peso absoluto.
Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo.
Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada.
Si lo sostengo durante una hora,
tendré un dolor en mi brazo.
Si lo sostengo durante un día completo,
tendrán que llamar una ambulancia.
Y es exactamente el mismo peso,
pero entre más tiempo paso sosteniéndolo,
más pesado se va volviendo.
Y concluyó:
-Si cargamos nuestros pesos todo el tiempo,
más temprano o más tarde,
ya no seremos capaces de continuar,
la carga se irá volviendo cada vez más pesada.
Lo que tienes que hacer es dejar el vaso en algún lugar
y descansar un poco antes de sostenerlo nuevamente.
Tienes que dejar la carga de lado periódicamente,
¡De la forma que sea!
Es reconfortante y te vuelve capaz de continuar.
Entonces, antes de que vuelvas esta noche a tu casa,
deja afuera el peso, en un rincón.
No lo lleves a tu casa.
Mañana podrás recogerlo otra vez, al salir.
La Vida es corta... ¡Aprovéchala!
Un vaso con agua
jueves, 16 de abril de 2009
Publicado por Marita en 21:27
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